En el 2006, inicié a jugar en Revolution y desde el 2008 seguimos siendo campeonas Nacionales consecutivamente a nivel Nacional.
En el 2018, junto a mi equipo, disfruté de uno de los procesos más maravillosos, en donde confirmé que no se compite contra los demás equipos sino contra el enemigo más temible…el yo.
Por primera vez en un Mundial de Clubes, obtuvimos el 2do. lugar, marcando la historia de nuestro deporte, haciendo posible a través del deporte, entrenarnos para la vida. Y entonces, el crecimiento obtenido puede notarse en las diferentes áreas de la vida.